CITAS
Se podría imaginar una tipología de los placeres de lectura - o de los lectores del placer - (...). El fetichista acordaría con el texto cortado, con la parcelación de las citas, de las fórmulas, de los estereotipos, con el placer de las palabras. El obsesivo obtendría la voluptuosidad de la letra, de los lenguajes segundos, excéntricos, de los metalenguajes (...). El paranoico consumiría o produciría textos sofisticados, historias desarrolladas como razonamientos, construcciones propuestas como juegos, como exigencias secretas. En cuenta al histérico (tan contrario al obsesivo), sería aquel que toma al texto por moneda constante y sonante, que entra en la comedia sin fondo, sin verdad, del lenguaje, aquel que no es el sujeto de ninguna mirada crítica y se arroja a tráves del texto (que es una cosa totalmente distinta a proyectarse en él). Roland Barthes - El placer del texto. La Violencia de las horas. Todos han muerto. Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo. M...